Mucha niebla vi hoy, desde la ventana de la oficina creo que no más de 100-200 metros de visibilidad hubo en un momento...y paradójicaente otro tipo de niebla pero más a nivel cerebral se viene desvaneciendo de mis eternos y rumiantes pensamientos.
NOTA: Para el que nunca me escuchó citarlo, el "síndrome de la vaca rumiante" como una vez me lo presentó mi amiga Ro, consiste en tomar una idea o pensamiento que tengas, y, voluntaria o involuntariamente (esta última la mayoría de las veces) repensarlo hasta que la forma original se pierde, y lo que obtenes es algo completamente transformado. Vamos con un ejemplo, arrancás con un problemita (o eso crees vos) y en un par de masticadas feroces del cerebro te elaboraste una maraña de preocupaciones que te dejan alterado, nervioso, y sin saber cómo fue que en poco tiempo lograste sentirte tan perdido.
Ya aclarado el concepto sigamos con nuestro tema (bah, mi tema). Pareciera ser que las rumiadas por fin dejar de ser tales y he pasado a otro tipo de divague....el de ponerle huevos al tema y hacer algo con esta sensación de que no estoy haciendo muchas cosas que quisiera hacer, y la culpa de eso la tengo yo y sólo yo. No es fácil, después de tanto tiempo acostumbrada y cómoda de actuar de la misma manera, relegando cosas que quiero hacer por el sólo hecho de no alterar cierta "armonía"....
No sé cuál es el fin de todo esto, si realmente habrá un cambio significativo, aunque creo que vale la pena intentarlo y ver qué pasa, por lo menos una vez.
De modo que, si me notan un poco alterada, dispersa, chinchuda o algo así, es por que estoy tratando de resolver este rompecabezas, viendo si llego a armar la figura completa y no sólo los bordes.
Abrazo a todos los que leen, por el sólo hecho de hacerlo (ustedes sí que tienen huevos, ja!)
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